Entrevista a Moisés Herradón (UAM), coorganizador del Pequeño Instituto de Matemáticas (PIM)
El PIM, Pequeño Instituto de Matemáticas, impulsado por el ICMAT, es un proyecto en el que se fomentará la creatividad, el ingenio y el disfrute de las matemáticas entre jóvenes de 14 a 18 años. A través de problemas que no abarca el currículum escolar, la escuela seguirá la metodología de los llamados círculos matemáticos, en los que se trabaja en grupo, y en un ambiente no competitivo, las soluciones a unos ejercicios que previamente el alumnado ha debido de reflexionar en casa de manera individual. Un profesorado formado por estudiantes de máster y doctorado del ICMAT, la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad Complutense de Madrid (UCM) se encargará de moderar y dinamizar las clases.
La primera edición del PIM comenzará el 14 de octubre y las sesiones tendrán lugar todos los viernes del curso académico (excepto festivos) de 17:30 a 20:00 horas de manera presencial en la sede del ICMAT. Hay numerosas plazas disponibles, por lo que, para hacer la distribución de participantes por niveles, se celebrarán pruebas, no excluyentes, los días 23 y 30 de septiembre y 7 de octubre. Las inscripciones son gratuitas y ya pueden realizarse a través de este enlace. El proyecto cuenta, además, con la colaboración del Departamento de Matemáticas de la UAM y de la Real Sociedad Matemática Española (RSME).
Moisés Herradón, investigador Margarita Salas en la UAM, es uno de los organizadores de PIM, junto con Andrei Jaikin, miembro del ICMAT, catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y coordinador del PIM; Eva Elduque, profesora en la UAM y miembro del ICMAT; y Adrián Ubis, profesor en la UAM. En esta entrevista, Herradón nos da a conocer diferentes aspectos sobre PIM y sobre su experiencia en proyectos similares.
¿Cuál es, para ti, el principal objetivo del PIM?
Poner al alcance de adolescentes la posibilidad de disfrutar de las matemáticas. Muchas personas, incluso algunas que creen odiarlas, conocen la satisfacción de resolver un acertijo complicado, ya sea un sudoku, una novela de detectives o el Wordle. Sabemos que las matemáticas pueden causar emoción, y muchos y muchas adolescentes también lo saben. La otra cara de la misma moneda es que para alcanzar la satisfacción de haber resuelto algo difícil, tiene que ser posible el fracaso. En el PIM, vamos a proponer problemas que no tienen conceptos sofisticados, pero que son complicados, con los que se el alumnado se puede sentir muy bien si los consigue resolver.
¿A qué público queréis llegar? ¿Qué tipo de motivación os gustaría que una persona tuviera para apuntarse a PIM?
Sobre todo, a personas con ganas de aprender, pasárselo bien con las matemáticas y de conocer a personas afines de su edad. Creo que la motivación tiene que salir de dentro de los y las participantes, espero que podamos llegar a estudiantes que sientan interés por los acertijos y las matemáticas, pero que no sepan cómo desarrollarlo. En el PIM no vamos a poner notas ni a preparar específicamente para la EVAU o las olimpiadas matemáticas.
¿Qué tipo de matemáticas se presentarán en PIM?
Serán problemas muy variados, para los que alguien cursando 3º de ESO tendrá ya todas las herramientas, pero que requerirán mucho trabajo, ingenio y creatividad para resolver. Todas las semanas, los alumnos y alumnas tendrán problemas que no les saldrán, pero cuyas soluciones sabrán apreciar tras haberlos trabajado.
¿De qué manera se desarrollarán las sesiones del PIM?
La mayor parte del peso va a recaer en los alumnos y alumnas. De ellos dependerá intentar los problemas en casa durante la semana y decidirán cuánto tiempo quieren o pueden dedicarle. En las sesiones, se pondrán en común los problemas de la semana, y, probablemente, entre las personas de un grupo lograrán recomponer un puzle del que tendrán alguna pieza, pero no todas. También tendrán la ayuda de los profesores y profesoras, que les podrán dar la pista que les falte para terminar algún problema. También se encargarán de moderar la clase y buscarán que todo el mundo participe y que se dé cuenta de su propia capacidad para hacer matemáticas.
¿De qué manera se diferencia este proyecto de otros de fomento de vocaciones ya existentes?
Creo que las dos grandes diferencias son el trabajo individual y el carácter no competitivo. A mí personalmente me encantó la experiencia de las competiciones matemáticas, pero hay mucha gente que tiene las capacidades para hacer matemáticas y no necesariamente las ganas de convertirlas en competición, o compararse, o resolver problemas a contrarreloj. Por otro lado, yo no veo el PIM como una actividad de desarrollo profesional, sino más bien de enriquecimiento personal.
¿Cuáles son tus experiencias anteriores con proyectos relacionados con el PIM?
Durante la carrera, colaboré en la preparación para las olimpiadas matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid. En el doctorado, colaboré con el círculo matemático de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.) dando varias charlas y, ahora mismo, soy profesor de Estalmat -Estímulo del Talento Matemático-. Además, me he beneficiado de muchas de estas cosas yo también como alumno de Estalmat y competiciones matemáticas.
Como preparador, me ha resultado siempre muy fácil el trabajo, los estudiantes se motivan solos y solas ante un reto matemático o un concepto sorprendente, y muchas veces muestran más interés del que yo esperaba. Además, las dinámicas de grupo que pude dirigir en Wisconsin-Madison me hicieron ver cómo muchos estudiantes aprendieron lecciones que iban más allá de las matemáticas, como la imagen que tenemos de otros o de nosotros mismos.
Pese a que las matemáticas han ganado popularidad durante los últimos años, ¿crees que hay ciertos perfiles demográficos que, de partida, pueden tener más interés o facilidad para esta disciplina?
Como todo, las matemáticas te pueden gustar más o menos. Sin embargo, creo que todos tenemos la capacidad para disfrutar de ellas, igual que todos podemos disfrutar de la música, pero aún hay mucha gente que no se ha dado cuenta. El incremento de la brecha de género coincidiendo con el aumento del prestigio de las matemáticas tampoco ayuda a que la sociedad vea que las matemáticas son para todos y todas. El PIM está abierto a todo el mundo, esperamos llegar a los y las estudiantes que quizás no se atreverían a apuntarse a una actividad parecida si se presentara como una competición o como una pequeña clase dirigida a un grupo muy pequeño y selecto.
Sobre Moisés Herradón
Moisés Herradón es contratado Margarita Salas en la UAM, donde investiga en el área de geometría algebraica, es decir, el estudio de las formas que vienen de las ecuaciones polinómicas. Graduado en Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid, estudió el Máster en Matemáticas y Aplicaciones en la Universidad Autónoma de Madrid y realizó su doctorado en la Universidad de Wisconsin en Madison, que finalizó en 2019.
Herradón ha sido preparador de las Olimpiadas Matemáticas. Durante su doctorado, también colaboró con el círculo matemático de Madison impartiendo charlas. Actualmente, es profesor en Estalmat, programa del que fue alumno y gracias al cual pudo representar a España en tres ocasiones en la Olimpiada Internacional de Matemáticas con importantes resultados: mención de honor, medalla de bronce y de plata. Ha conseguido reconocimientos como una beca de la American Mathematical Society y la Simons Foundation.
Más información
Información práctica sobre el PIM
- Dirigido a: jóvenes de entre 14 y 18 años (entre 3º de ESO y 2º de Bachillerato) de la Comunidad de Madrid.
- Pruebas de nivel: 23, 30 de septiembre y 7 de octubre de 2022.
- Comienzo de las clases: 14 de octubre de 2022.
- Horario de las clases: todos los viernes del curso académico (excepto festivos) de 17:30 a 20:00 horas.
- Lugar de las clases: Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT). Calle Nicolás Cabrera, 13-15, Campus de Cantoblanco, Madrid. Cómo llegar.