Entrevista a Andrei Jaikin (ICMAT-UAM), coordinador del Pequeño Instituto de Matemáticas (PIM)
El ICMAT acaba de poner en marcha el Pequeño Instituto de Matemáticas (PIM), un proyecto dirigido a estudiantes de entre 14 y 18 años de la Comunidad de Madrid que, bajo el lema ‘Las matemáticas no se aprenden viendo, sino haciendo’, se basa en el método de enseñanza reflexiva. Es decir, el fomento de la curiosidad como motor de aprendizaje, con el objetivo de que el alumnado disfrute con las matemáticas, resolviendo problemas que no abarca el currículum escolar. El PIM está organizado por Andrei Jaikin, miembro del ICMAT, catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y coordinador del proyecto; Eva Elduque, profesora en la UAM e investigadora del ICMAT; Moisés Herradón y Adrián Ubis, miembros de la UAM. Además, cuenta con la colaboración del Departamento de Matemáticas de la UAM y de la Real Sociedad Matemática Española (RSME). El profesorado del PIM, que estará formado por estudiantes de máster y doctorado del ICMAT, la UAM y la Universidad Complutense de Madrid (UCM), moderará y supervisará las discusiones en clase.
La primera edición comenzará el 14 de octubre y las clases tendrán lugar todos los viernes del curso académico (excepto festivos) de 17:30 a 20:00 horas de manera presencial en la sede del ICMAT. Hay numerosas plazas disponibles, por lo que, para hacer la distribución de participantes por niveles, se celebrarán pruebas, no excluyentes, los días 23 y 30 de septiembre y 7 de octubre. Las inscripciones son gratuitas y ya pueden realizarse a través de este enlace.
En la siguiente entrevista, Jaikin nos cuenta más sobre el proyecto.
¿Cuál es, para ti, el principal objetivo del PIM?
Crear un entorno donde los chicos y chicas jóvenes puedan disfrutar de las matemáticas y aprender nuevas cosas.
¿Qué tipo de motivación os gustaría que una persona tuviera para apuntarse al PIM?
La sociedad, de manera general, ve las matemáticas como algo frío, pero muy útil. Sin embargo, para quienes nos dedicamos a la disciplina son todo lo contrario, es algo vivo y las percibimos como un tipo de arte. Cuando leemos una demostración disfrutamos de su belleza y, para muchos, el momento de máximo gozo es cuando se resuelve un problema y encuentra una solución preciosa. Probablemente, lo que sentimos es comparable con las sensaciones de un pintor al terminar su cuadro o un compositor al finalizar una sinfonía. Esa es la motivación que buscamos.
¿Qué tipo de matemáticas se presentarán en el PIM?
Vamos a proponer problemas cuyas soluciones no se encuentran en la superficie, sino hay que pensar, investigar y crear ideas para resolverlos. No hay duda de que existe un talento matemático nato, pero, como en todo, lo que más importa es la experiencia y persistencia. Los ejercicios que vamos a plantear no van a exigir conocimientos avanzados, pero, como pasa muchas veces en matemáticas, para llegar a una solución habrá que profundizar y, a veces, descubrir nuevos mundos.
¿De qué manera se desarrollarán las sesiones del PIM?
El alumnado recibirá regularmente hojas de problemas, que tendrá que pensar en sus casas -es donde realizará la mayor parte del trabajo-. Después, durante la clase, discutirán los problemas con sus compañeros en grupos pequeños y expondrán las soluciones delante de toda la clase. Los profesores aprovecharán los problemas para profundizar en distintos temas y enseñarles otros nuevos que estén relacionados.
¿Qué es lo que diferencia a este proyecto de otros de fomento de vocaciones ya existentes?
No existen muchos proyectos parecidos en la actualidad, pero los que ya hay sobre todo se centran en clases magistrales y problemas para resolver durante la clase. Nuestro modelo hace un énfasis especial en el trabajo de cada alumno en casa.
¿Cuál es la relación del PIM con los círculos matemáticos?
El PIM se basa en el sistema de muchos círculos matemáticos que existen en el mundo. Creo que los primeros círculos nacieron en la Unión Soviética y otros países de Europa del Este. En los años 90 se expandieron en Estados Unidos y ahora son muy populares en China.
¿Cuáles son tus experiencias anteriores con proyectos relacionados con el PIM?
Conozco Estalmat –Estímulo de Talento Matemático- como padre y me parece una iniciativa excelente. Debería estar accesible a muchos más niños y de un espectro más amplio de edades, de hecho, es uno de los motivos por los que quiero promover el PIM.
También participé como alumno en el círculo matemático organizado por la Universidad Estatal de Moscú durante tres años de mi etapa universitaria.
¿Qué consideras que has aprendido de ellas y que te gustaría recuperar en el PIM?
Para mí, participar en el círculo de la Universidad Estatal de Moscú fue algo muy importante en aquel momento, una gran parte de mí se formó durante esos tres años.
Pese a que las matemáticas han ganado popularidad durante los últimos años, ¿crees que son populares para todo tipo de públicos, o hay ciertos perfiles demográficos que, de partida, pueden tener más interés o facilidad para esta disciplina?
Como en muchos otros aspectos, el entorno es muy importante. La enseñanza de Matemáticas en los colegios pretende dar muchas herramientas, pero se olvida del proceso, los alumnos temen la palabra “demostración”. Que un profesor o un familiar te cuente cosas interesantes sobre matemáticas, puede marcar la diferencia y ayudar a ver las matemáticas de otra manera.
Sobre Andrei Jaikin
Andrei Jaikin, coordinador del PIM, es catedrático en la Universidad Autónoma de Madrid y es investigador del ICMAT en el área de álgebra y teoría de grupos. Licenciado en Matemáticas por la Universidad Estatal de Moscú en 1995 y doctor por la Universidad del País Vasco desde 2001, en sus años escolares participó durante tres años en el círculo matemático de la Universidad Estatal de Moscú.
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