Ante la aparición en la prensa de noticias en relación con el ICMAT quiero hacer las siguientes puntualizaciones:
La auditoría realizada por el CSIC es un documento interno que debería estar solo en posesión de la Comisión Rectora. Además, se trata de un informe preliminar, ya que no se ha permitido a las partes implicadas ofrecer las réplicas oportunas, tal y como se reconoce en el comunicado conjunto del CSIC y la UAM emitido el 29 de julio, donde se dice que “se procederá a completar la auditoría del ICMAT”. También tengo constancia de la existencia de un segundo informe firmado por las universidades que no es reconocido por parte del CSIC y que desconozco a qué base jurídica responde.
El ICMAT, como cualquier otro centro de investigación, se halla sujeto a controles muy rigurosos del gasto, a los que la Dirección del centro siempre ha prestado su colaboración. Creo que, fuera de estos mecanismos, no es conveniente hacer valoraciones sesgadas y descontextualizadas sobre los procesos administrativos desarrollados. Estos comportamientos hacen un gran daño a la ciencia y a la magnífica labor realizada en estos años por el Instituto.
Sin embargo, tras la filtración de estos documentos a un medio nacional, creo que es mi responsabilidad realizar una breve comunicación al respecto. Considero oportuno trasladar las únicas valoraciones que he recibido de las autoridades del CSIC sobre este informe preliminar: “en ningún momento se ha detectado un aprovechamiento personal, ni ninguna desviación de fondos”. Las dudas planteadas por la Auditoría son en relación a procedimientos en la gestión administrativa, que el ICMAT sigue aclarando con el CSIC.
Sobre algunos de los puntos más conflictivos, me gustaría realizar las siguientes consideraciones (que pueden ser respaldadas con la documentación correspondiente):
La contratación del servicio informático del CFTMAT se ha realizado siempre de acuerdo con el Instituto de Física Teórica (IFT) y con las autoridades del CSIC y de la UAM.
En relación con las cuentas del Congreso del AIMS, el director del IFT, Carlos Muñoz ha declarado en una carta enviada el 24 de julio a las autoridades académicas y medios de comunicación que “En el ICMAT hay cientos de miles de euros de dinero público que no se sabe donde están, como lo prueban los informes de auditoría realizados después de mantener reuniones con su director”. Estas gravísimas acusaciones carecen del más mínimo fundamento y contradicen el contenido del informe provisional de la Comisión de Auditoría. Todas las facturas correspondientes al congreso del AIMS fueron entregadas a dicha Comisión y se han presentado informes que justifican los gastos efectuados. En el informe preliminar la Comisión de Auditoría no ha detectado ninguna desviación de fondos en las cuentas del congreso. El ICMAT ha exigido en reiteradas ocasiones a las autoridades que culminen el proceso de auditoría con todo detalle y que pongan fin a interpretaciones malintencionadas.
Para finalizar, me gustaría aclarar que desde el ICMAT no se ha formulado ningún juicio sobre el funcionamiento del IFT ni sobre su calidad científica. IFT e ICMAT son dos institutos de naturaleza bastante distinta, y creemos que no es nuestra función pronunciarnos sobre sus cuentas internas ni sobre la auditoría de las mismas que se anuncia en la declaración conjunta CSIC-UAM del día 29 de julio. Sin embargo, considero que la gestión del recién cesado director del CFTMAT, Carlos Muñoz, ha sido muy negativa para el desarrollo de nuestro Instituto y ha generado un retraso en el pago a proveedores con deudas de hasta 20 meses, aquí sí, cientos de miles de euros. El ICMAT ha denunciado a las autoridades en repetidas ocasiones este bloqueo injustificado a su funcionamiento.
A pesar de toda la incertidumbre causada por todo este asunto y las dificultades administrativas, el Instituto ha seguido realizando su actividad normal, logrando mantener el nivel de excelencia internacional que tenemos bien acreditado por numerosos datos objetivos.
Madrid, 30 de julio de 2015
Rafael Orive
Director del ICMAT