El próximo 26 de mayo se clausura el primer curso del Pequeño Instituto de Matemáticas (PIM), una iniciativa inspirada en los círculos matemáticos que, desde octubre de 2022, ha acogido, semanalmente, a personas de entre 14 y 18 años para compartir su gusto por las matemáticas. Basado en el fomento de la curiosidad como motor del aprendizaje, las sesiones, gratuitas para el estudiantado, se han centrado en la resolución de problemas y el trabajo en equipo. Ya está abierta la inscripción para la segunda edición de la escuela, cuyas pruebas de acceso tendrán lugar a comienzos de junio.
Tras esta primera edición, estas son las impresiones de 15 de sus más de 100 participantes:
Alberto Martín: “Siempre me han gustado las matemáticas, por eso, cuando oí a un amigo hablar sobre el PIM, no pude evitar emocionarme. Los primeros días fue un poco abrumador, recuerdo que los problemas que nos planteaban no se parecían en absoluto a ningún otro problema que hubiera hecho y las hojas cada vez resultaban más difíciles. Sin embargo, esa dificultad era lo que hacía a los problemas muy interesantes y profundos, gracias a esto, disfruté mucho más de las matemáticas.
Además, la forma de razonamiento que exigían los problemas era completamente nueva y genial, como ir construyendo bloques de un camino, sin saber si llegarías a la solución, pero siempre avanzando de forma sólida. Me han gustado tanto los temas que hemos tocado –los cuales han sido muy variados; desde inducción hasta el teorema del palomar, pasando por congruencias y por combinatoria, entre otros muchos– que ahora tengo mucho más claro que quiero estudiar matemáticas o algo relacionado con ellas. Por último, en el PIM hemos aprendido a colaborar con nuestros respectivos grupos y a trabajar en equipo, siempre con el respaldo de los profesores, que nos ayudaban constantemente a resolver los enigmas. En conclusión, ha sido un trabajo fantástico y constructivo, por lo que, indudablemente me apuntaré el año que viene”.
Bruno Utray Serrano: “Mi experiencia en el PIM está siendo muy positiva. Las matemáticas que aprendemos son a la vez muy avanzadas, en su complejidad y dificultad, aunque muy básicas, en cuanto al nivel de conocimiento previo que hay que tener para realizarlas. En el PIM se cogen ideas básicas matemáticas y se retuercen al extremo para que solucionar los problemas sea un gran reto. Nunca te vas a encontrar un problema en el que simplemente haya que saberse una fórmula de memoria y aplicarla, como en el colegio. Aquí lo más importante es pensar en el porqué de las cosas, y probarlo absolutamente todo. En vez de utilizar fórmulas ciegamente y hacer ejercicios con ellas, hemos de demostrar las propias fórmulas y explicar la lógica matemática detrás de ellas.
He podido conocer a muchas personas con intereses muy parecidos a los míos y poner a prueba mi capacidad matemática. Se aprende muchísimo, no solo gracias a los problemas y las explicaciones de los profesores, sino también gracias al contacto con compañeros y el trabajo en equipo. Como los trabajos se hacen en grupo, muchas veces un compañero te explica un ejercicio que no entiendes y muchas otras eres tú el que lo explica. Esta es, en mi opinión, la forma más eficiente y enriquecedora de aprender, y es la que practica el PIM mayoritariamente.
Los profesores son también excelentes. Se nota que saben mucho del tema que están enseñando, y fomentan que averigües tú las cosas, en vez de dártelo todo hecho. A veces dan explicaciones cortas a toda la clase para introducir un tema o concepto que muchos no conocen, y el resto del tiempo simplemente dan pistas y ayudan con los ejercicios si ven que un grupo está atascado. También resuelven cualquier duda sin problemas, aunque intentando que la resuelvas tú mismo a través de alguna pista o guía, más que con respuestas directas.
En conclusión, está siendo una experiencia muy enriquecedora que recomendaría a cualquiera que sienta pasión por las matemáticas y no esté satisfecho con la profundidad con la que se tratan los temas en el colegio, o que busque a gente también interesada en el tema con la que entablar amistad“.
Nacho Blancas Rodríguez: “Sin duda, es una experiencia muy enriquecedora. Si eres alguien curioso, creativo y con ganas de aprender, el PIM es para ti. Gracias a él, he conseguido mejorar notablemente mi ingenio a la hora de resolver problemas, he aprendido que las matemáticas no son solo números y aplicado soluciones creativas a problemas muy interesantes, todo esto rodeado de un grupo muy acogedor de compañeros y compañeras como tú, con gusto por las matemáticas. Me quedará para siempre el recuerdo de las lluvias de ideas de todo tipo para resolver un problema y el subidón de adrenalina al encontrar la solución final”.
Anónimo: “Mi experiencia en el PIM ha sido fantástica. Gracias a él, este año me están interesando mucho más las matemáticas, consiguen introducir conceptos complejos de forma simple, que puedes entender, y todos los profesores ayudan un montón. Además, he podido conocer a otra gente a la que le gusta las matemáticas. El ambiente es muy bueno, ya que se hacen los problemas en equipo. Lo que más me gusta es la forma de dar los nuevos conceptos y algo que mejoraría sería quizás, mezclar cada cierto tiempo los grupos o si te interesa mucho un tema poder profundizar más en él”.
Matteo Yebra: “¡Estar en el PIM es increíble! No solo por la calidad del temario sino también el ambiente de las clases”.
Anónima: “He intentado escribir lo que opino del PIM unas cuantas veces haciendo este cuestionario, pero nada me satisfacía. Es difícil. Al final me he propuesto definirlo en unas frases: “Demuéstralo todo”, “Las mates molan”, “El PIM mola” y “Me encanta esto, bro”. Bueno, parece que ni aun así me he aclarado. Lo dejaré así”.
Carlos: “Ha sido una experiencia muy buena. Me ha dado una perspectiva diferente de las matemáticas y encima he hecho unos cuantos amigos ahí. Trabajamos en equipo y colaboramos para llegar más lejos y eso me gusta. Lo único que puedo decir es que ir al PIM es una de las mejores experiencias de mi vida”.
Pablo: “En el PIM siempre aprendemos mates de una forma diferente y especial. Los profesores siempre están ahí para ayudarnos con nuestros problemas y darnos nuevas ideas. Me encanta trabajar en equipo con nuestros compañeros en un sitio tan especial y me encantan las galletas de la merienda”.
Anónimo: “Si tuviera que describir mi experiencia en el PIM, sería inolvidable. Todo en su conjunto ha sido increíble. Los problemas no han sido para nada fáciles, han sido desafiantes y agradezco eso. Los profesores han sido siempre muy amables y comprensivos con nosotros y creo que todos en los alumnos del PIM opinan igual. Lo que me llevo del PIM es la experiencia, la capacidad de atacar problemas desde distintos flancos y los amigos que he hecho. Agradecer desde aquí a los organizadores. Estoy con muchas ganas de volver el año que viene”.
Paula Carazo Hernández: “Todavía me acuerdo de cuando me presenté a la prueba de acceso porque me animó mi profesor don Martín. Cuando me llegó un correo confirmándome que estaba dentro me sentí especial por la suerte que había tenido de poder vivir esta experiencia.
A día de hoy, no cambiaría mis tardes de los viernes por nada, porque aprendo mucho tanto de los profesores que nos ayudan como de mis compañeros. Del PIM salgo con amigos nuevos y mucho más conocimiento de las matemáticas a las que cada vez voy queriendo más. Además, me hace mucha ilusión poder ir a la universidad y perder el miedo para cuando vaya a enfrentarme a la EVAU.
Gracias a la ICMAT y a la Universidad Autónoma de Madrid por tanta implicación y brindar está oportunidad a tantos alumnos llenos de potencial y ganas de superación. Nos han abierto un mundo nuevo hacia la ciencia llevándonos de su mano“.
Álvaro Pérez Ortega: “Es un planteamiento totalmente diferente al que estamos acostumbrados en el colegio y, la verdad, he disfrutado muchísimo. Hay que destacar la labor de los profesores que hemos tenido, porque, aunque las matemáticas nos gustan a todos los del PIM, han conseguido realmente divertirnos mientras aprendemos y nos han introducido en un mundo de las matemáticas mucho más creativo. Desde el primer día mis compañeros y yo formamos el grupo de los ingenieros, y cada día ha sido muy ameno e interesante para todos.”
Anónimo: “Mi experiencia en el PIM ha sido muy buena, contrario a lo que me imaginaba. No pensaba que sería mala porque no me gusten las matemáticas, sino porque ir un viernes después de toda una semana de instituto a resolver problemas que son verdaderos quebraderos de cabeza es algo que suena poco apetecible. Aun así, he descubierto que sí que me gusta estar pensando un problema aparentemente imposible durante una hora seguida y la satisfacción que gano al resolverlo es muy grande. Es importante decir que los grupos ayudan mucho a que sea entretenido porque si fuese individual no creo que tuviese la fuerza para concentrarme”.
Tingting Ye: “Es una experiencia totalmente recomendable, por el hecho de que puedes aprender con gente y de la gente, que, además, tiene tus mismos intereses. Encuentras gente de todo tipo y todos son muy agradables. Aparte de pasar un buen rato, aprendes bastante sobre nuevos ámbitos de las matemáticas que quizá no conocías previamente y te muestran ese lado diferente de las matemáticas de las que se dan en clases. Por otra parte, PIM cuenta con muy buenos profesores y las actividades que se realizan en las dos horas de “clase” son tan fascinantes, que te dejan con ganas de querer hacer más incluso cuando llega la hora de irse. Estar en PIM es una de las mejores decisiones que he tomado”.
Iván López Navarro: “Tras un año resolviendo problemas en el PIM he tenido la suerte de conocer a compañeros a los que, como a mí, nos gustan las matemáticas (y a muchos, ¡también el ajedrez!). Todavía sigue asombrándome cómo en equipo somos capaces de resolver problemas en los que por separado estábamos atascados“.
Anónima: “Supercontenta. Me encantan las clases de los viernes. Aprendo muchísimo y he conocido un grupo de amigos muy majo con el que estoy muy a gusto. ¡Gracias! ¡Espero poder seguir el año que viene!”.
Este 26 de mayo PIM se despide hasta el curso que viene, con un evento en el que participarán los alumnos, sus padres y los miembros del ICMAT y del Departamento de Matemáticas de la UAM. Será a las 17:30 en el Salón de Actos del ICMAT y comenzará con un espectáculo impartido por el mago y matemático Carlos Vinuesa. A partir de las 19:15, se celebrará un concurso en directo en el que se tendrán que resolver problemas propuestos en el momento.