Antonio Córdoba, una vida dedicada al fomento de las matemáticas

14 July, 2021

Imagen: ICMAT

Antonio Córdoba, exdirector y ahora miembro asociado del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) y catedrático emérito de Análisis Matemático en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ha sido una de las tres personas galardonadas este año por la Real Sociedad Matemática Española (RSME) con una de sus Medallas. Estos premios reconocen “a personas destacadas por sus relevantes, excepcionales y continuas aportaciones a cualquier ámbito del quehacer matemático”, según la Sociedad. Hacemos un recorrido en esta entrada por la carrera del científico y su implicación en el avance de las matemáticas en nuestro país.

Antonio Córdoba (Puente Tocinos, Murcia, 1949), director de 2016 a 2019 y ahora miembro asociado del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT) y catedrático emérito de Análisis Matemático en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), fue una figura importante en el desarrollo de la investigación de las matemáticas en España a comienzo de los años 80.

Tras licenciarse por la Universidad Complutense de Madrid en 1971, se trasladó a Estados Unidos para continuar su formación. Gracias a la ayuda del reconocido matemático Miguel de Guzmán, consiguió una beca en la Universidad de Chicago para realizar su tesis a través de la recomendación de Alberto Calderón y Antoni Zygmund. Allí, conoció al medallista Fields Charles Fefferman, quien se convertiría en el director de su tesis y, desde entonces, en su colaborador científico y amigo. En 1974 se doctoró con unos resultados que le permitieron trabajar en la Universidad de Princeton ocho años. Durante su estancia en esta institución resolvió la conocida como conjetura de Zygmund, resultado que publicó en la prestigiosa Annals of Mathematics.

Antes de regresar a España a finales de los 70, Córdoba también pasó por la Universidad de Chicago y el Institute for Advanced Study, además de ser profesor visitante en universidades como la de París Orsay, Austin y Minnesota y en los institutos Mittag-Leffler y ETH Zúrich. En el año 1980, obtuvo la cátedra de Análisis Matemático de la Universidad Autónoma de Madrid, donde actualmente es profesor emérito.

Impulsor de las matemáticas en España

Su vuelta a España estuvo propiciada por las ganas de la comunidad científica de impulsar las matemáticas a nivel nacional e internacional. A Córdoba se le ofreció la oportunidad de crear un departamento nuevo de Matemáticas en la Universidad Autónoma de Madrid siguiendo el modelo de los que él había conocido en Estados Unidos, y este asumió el reto. “Regresé pletórico de energías y ganas de incorporar a nuestro sistema universitario lo que había visto funcionar en esas universidades”, cuenta Córdoba.

A partir de entonces, combinó la investigación y la docencia con la gestión, el fomento de las matemáticas y la divulgación, lo que lo convirtió en una de las piezas clave en el despegue de la disciplina en nuestro país. Por ello, asumió diferentes puestos en comisiones y agencias, como la Comisión Asesora de Investigación Ciencia y Tecnología (CAICYT), desde la que consiguió una financiación estatal estable de las matemáticas y también participó en la creación de los sexenios de investigación. Además, de 1983 a 1986 fue miembro del comité asesor del presidente del CSIC; de 1983 a 1986, de la ponencia de física y matemáticas de la CAICYT y, de 1989 a 1992, de la primera comisión creada por la Agencia Nacional de Evaluación para las áreas de física y matemáticas. También fue presidente del comité externo de evaluación de las licenciaturas de Matemáticas de las universidades de Barcelona, la Autónoma (UAB), la de Barcelona (UB) y la Politécnica (UPC) y de la Universidad de Málaga.

En la UAM ha desempeñado diferentes puestos, siempre combinados con el de docente. Entre 1979 y 1985 fue director del Departamento de Teoría de Funciones, vicedecano de Investigación de la Facultad de Ciencias entre 1981 y 1983 y director del Departamento de Matemáticas entre 2003 y 2004.

La Medalla que recientemente le ha concedido la RSME, otorgada “a personas destacadas por sus relevantes, excepcionales y continuas aportaciones a cualquier ámbito del quehacer matemático”, es también el resultado de la estrecha relación que el matemático mantiene desde hace varias décadas con la sociedad. Fue uno de los impulsores de su reconstrucción a mediados de los años 90 y, además, ha participado en ella como vocal de la junta directiva, fue el primer presidente de su comisión científica (1997-2003), cuya actividad más destacada fue la organización del primer congreso de la RSME y la American Mathematical Society (AMS), celebrado en Sevilla en 2003. También fue miembro del comité editorial de La Gaceta de la RSME (1998-2009) y, en 1985, fundó la Revista Matemática Iberoamericana, de cuyo comité editorial forma parte actualmente.

Su puesto de gestión más reciente ha sido el de director del ICMAT, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y tres universidades madrileñas: UAM, Carlos III y Complutense, que desempeñó entre los años 2016 y 2019. “Antonio siempre ha defendido el valor de las matemáticas como ciencia básica y transversal, pasión que ha mantenido firme durante sus años como director del Instituto”, destaca José María Martell, investigador del CSIC en el ICMAT y actual director del Instituto.

Investigación en varios campos

Córdoba ha desarrollado su investigación en diversas áreas, desde la teoría de números al estudio del análisis armónico y las ecuaciones en derivadas parciales o la física matemática. Su trabajo ha tenido un amplio impacto y reconocimiento internacional, sus artículos, que suman más de cien, han sido publicados en revistas como Annals of Mathematics, Inventiones Matematicae, Communications in Mathematical Physics, Proceedings of the National Academy of Sciences Duke Mathematical Journal.

Por ser investigador, el propio Córdoba se considera fundamentalmente profesor. “Como investigador, compongo música y como profesor, la interpreto”, comenta.

Reconocimientos

Córdoba cuenta con importantes reconocimientos y galardones, entre los que destaca el Premio Nacional Julio Rey Pastor de Matemáticas y Ciencias de la Comunicación, que le fue concedido en 2011. El jurado destacó “sus originales, profundas y fundamentales contribuciones en diferentes campos de las matemáticas, en particular, en el análisis de Fourier y en las ecuaciones en derivadas parciales y sus aplicaciones en mecánica de fluidos”.

Desde 2016, además, es Académico de Honor de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia, Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia y Premio de la Real Academia de Ciencias de Madrid. A ellos se suma la Medalla de la RSME de este año.

Es autor de más de 100 artículos de investigación, a lo que suma varios libros, ensayos, artículos de divulgación y la dirección de 13 tesis doctorales.

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